Dueña de un corazón solitario

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Disclaimer: Ni Evangelion ni sus personajes me pertenecen.

Dueña de un corazón solitario

Todavía podía recordar cuando se conocieron con total claridad, no necesitaba de mucho esfuerzo para lograrlo. Con solamente cerrar los ojos y olvidarse del presente, Asuka, transportándose mentalmente de regreso a la cubierta de aquel portaaviones, juraría que sentía el viento agitando sus largos cabellos rojos al soplar con fuerza y la cálida presencia del sol iluminándola desde atrás.

En aquel momento, antes de conocerlo personalmente, Asuka ya conocía de su existencia gracias a los comentarios que Kaji le brindó al pasear juntos por los camarotes y los laberinticos pasadizos del barco. No podía negar que experimentó auténtica envidia y asombro ante los increíbles relatos de Kaji, el piloto de la Unidad 01 debía ser un extraordinario prodigio provisto de un talento innato para el pilotaje.

Sabía su nombre: Shinji Ikari, cuyo apellido, confirmado luego por Kaji, le indició que era el hijo del Comandante de Nerv. Pese a eso, no poseía una fotografía de él que le mostrase el aspecto de tan impresionante chico. Por ende, forzada por tales circunstancias, Asuka permitió que su imaginación llenase los vacíos creando miles de rostros para otorgarle uno al joven que conocería en unas horas.

En aquel entonces, creyéndose sus propias mentiras para sostener su endeble fachada de seguridad, Asuka proyectaba en Kaji todo cuanto deseaba y buscaba en un hombre: madurez, galantería, confianza y sensualidad. Y por un largo tiempo, sin renunciar a la absurda idea de enamorar a Kaji, Asuka se negó a mirar a cualquier otro jovencito de su edad, persistiendo, con terquedad, en su irreal fantasía amorosa.

– Comenzaré con la lista de asistencia, las niñas primero–interrumpiendo sus pensamientos, la voz cansada y monótona de su maestro de escuela la trajo de vuelta a la realidad por un instante– ¿Ayanami, Rei Ayanami...?

Más allá de molestarse por regresar a esa clase cuyo valor le era insignificante, a la pelirroja le irritaba que Shinji, quien se encontraba sentado justo a su izquierda, estuviese mirando directamente hacia el asiento vacío que le pertenecía a aquella muñeca. Máxime, por más que intentase negarlo, luego de lo que ocurrió en el departamento de Misato ayer por la noche, cuando ambos, torpemente, se besaron.

– Faltó de nuevo...

Mordiéndose la lengua, conteniendo sus ganas de gritarle a Shinji que dejase de mirar el pupitre desocupado de Ayanami, Asuka volvió a ignorar la realidad para retornar a aquel lejano día meses atrás en medio del océano. Mintiéndose otra vez a sí misma, Asuka, fingiendo que el rechazo por parte de Kaji a sus insinuaciones románticas nunca ocurrió, confiaba en demostrarle su superioridad al Tercer Elegido.

Queriendo dar una memorable primera impresión, la alemana, poniéndose el mejor vestido que guardaba en su equipaje, se levantó muy temprano aquella mañana dispuesta a dejar en claro quién era la piloto de Eva más talentosa y hábil del mundo. Si bien pensó en maquillarse en abundancia, prefirió lucir lo más natural posible para presumir su belleza dejando boquiabierto al protegido de Misato.

Y al mencionarla, al pensar en ella, Asuka evocó la época en que convivieron cuando Misato vivía en Alemania. Por más que fuese un oficial superior al que le debía respeto y obediencia, para Asuka, en sus adentros, Misato era todo menos una figura que le infundiese dichas cualidades. Era terriblemente desordenada, padecía de un horrendo alcoholismo y su dieta diaria le resultaba repugnante.

Se mantuvieron juntas por un año en tanto Asuka terminaba sus estudios universitarios y su entrenamiento con la Unidad 02, poco después, siendo reasignada a la rama principal de Nerv, Misato se marchó de Alemania dejando sola a Asuka que, sin ningún disimulo, celebró haberse librado de ella. No obstante, tratándose de una niña, todavía no tendría la libertad que tanto quería.

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