Paso el peine una vez más por su cabeza asegurandose de que su cabello quedara correctamente peinado y su frente al descubierto, pulcra y brillante. Tomo el pequeño estuche negro que reposaba en su mesita de noche, de este saco sus enormes lentes de pasta gruesa y los coloco en el puente de su nariz. Con una ultima mirada a su uniforme perfectamente planchado, tomo su mochila y salió de su habitación.
Su madre lo esperaba en la cocina como todas las mañanas.
Eso le recordaba...
—Jungkook, date prisa que se enfría la comida.
Ignorando las palabras de su madre, volvió a subir a toda prisa las escaleras de la casa para poder llegar a su habitación, retiro la cortina de la ventana que daba vista a la casa de sus vecinos, entonces lo vio.
SeokJin.
Su dulce SeokJin. Bueno, eso era un decir, porque su apariencia de dulce tenia apenas los mechones rosas que adornaban su brillante cabello oscuro.
Como todas las mañanas SeokJin vestia con apenas el pantalón del colegio, de resto llevaba un enorme hoodie negro que cubria lo que debería ser la parte superior del uniforme, un lindo piercing rosa que apenas era un punto en su nariz y las argollas que colgaban de sus orejas.
—¡Jungkook!— gritó su madre desde la planta de abajo.
Con una ultima miraba al bello joven que tomaba su mochila listo para salir, volvió a correr la cortina y bajo de prisa las escaleras.
—No hay tiempo para comer, mamá— tomó una manzana del tazón de frutas de la mesa y le pegó un mordisco, mastico un poco antes de tragar—Debo irme.
—La escuela no esta tan lejos, aún te queda tiempo.
Jungkook no queria llegar temprano, Jungkook quería caminar junto a SeokJin.
—No es eso mamá— soltó una risa timida, se acercó a su madre y deposito un pequeño beso en su mejilla—Te quiero.
Un poco extrañada, la mujer camino detras de su hijo que había salido de su casa como una bala, olvidando cerrar la puerta, dio un vistazo a la calle y comprendió todo.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Jungkook mantenía la mirada fija en la figura del joven que caminaba frente a él.
Caminar junto a SeokJin era un decir, nunca se había atrevido a saludarlo, menos a tratar de entablar una conversación con el chico. Eran vecinos desde hace ya varios años, pero SeokJin apenas y conocía su cara. Taehyung solía recalcarle constantemente lo tonto que eso sonaba y le daba toda la razón.
Cuando Jungkook conoció al chico de sus sueños, desde el primer instante supo que no tenia ninguna oportunidad. Solo bastaba mirar el estilo rudo sin límites de SeokJin y compararlo con el estilo frikie que no aplastaba ni a una mosca de Jungkook.
