El comienzo de todo...

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El comienzo de todo...

Todo empieza por un simple campamento, pero, ¿quién diría que eso les costaría la vida misma?...

Era un día común, sin nada especial, sólo con un pequeño detalle: Comenzaban las vacaciones de verano, y todos los adolescentes de la secundaria French salían contentos. Unos se irían de viaje hacia el extranjero, mientras que otros se emprenderían en campamentos...

Dos bellas jovencitas de 15 años se dirigían a casa, pero algo inesperado las detuvo...

- Y bueno, ¿irás a ese campamento? - preguntó Cassidy

- No tengo idea, Cass. No estoy tan segura de querer ir... ¿Y tú? - respondió Amber

- Igual, no sé si ir, aún no me decidí. - contestó Cassidy acompañando con un gesto en su rostro

- Pero, ¿qué tal si...? - agregó Amber

- ¿Qué tal si qué? - pregunta Cassidy

- ¡Qué tal si vamos juntas! - exclamó la rubia

- Agh, no lo sé Am... - dijo Cassidy

- ¡Vamos! Di que sí, porfis. - suplicó Amber

- Ush, está bien. Iremos a ese campamento. - respondió Cassidy

- ¡Sí! En definitiva eres la mejor amiga del mundo - dijo Amber, prosiguiendo a abrazarla

- Lo sé, lo sé. - respondiendo así con aires de superioridad

- Pero... ¿Irá tu novio? - preguntó Amber con una notoria incomodidad

- No lo sé, supongo... - hizo una pausa - ¿Te puedo contar algo...? - dijo Cassidy con un tono desanimado

- Sabes perfectamente que sí, dime - respondió Amber

- Creo que ya no le importo a Marcos... - exclamó entre sollozos la castaña

- Mira, te seré sincera. Eres demasiado para él, y si es que ya no le importas, déjalo. Ese es un idiota y no vale nada, además, hay muchos más chicos que morirían por estar con una chica tan linda como tú - respondió Amber de forma sincera

- Ammm... Sabes que te amo, ¿no? - la castaña procedió a abrazar a su amiga

- Sí, pero no olvides que eres mucho para él - contestó

Mientras esas dos se dirigían a casa, algo (o alguien) las detuvo. Era nada más y nada menos que Dylan, un chico fastidioso que constantemente hostiga a Amber, y ni se diga a Cassidy.

— Vaya, vaya... Con que acá estaban las gemelas — exclamó en un tono burlesco Dylan

— ¿Qué quieres, imbécil? — contestó Amber enfurecida

— Lárgate, maldito insecto — dijo Cassidy

— No, mi querida Cassidy — dijo sarcástico — Te venía a contar un pequeño detalle de tu encantador novio, Marcos.

— ¿De qué hablas? — dijo Cassidy con extrañeza

— Bueno... ¿Recuerdas a Andrea?

— S-sí... ¿Por qué? — cuestionó

— ¿Qué sucedería si te digo que sólo fuiste una apuesta, y en realidad a quien ama él es a Andrea? — dijo mofándose

— ¿Q-qué? — contestó Cassidy desilusionada

— Carajo, Cass. No le hagas caso ¿sí? — trató de consolar Amber

— Sólo míralos — señaló a una esquina donde se estaban besando ambos implicados — Y es por eso, boba, que nadie quiere estar contigo. Eres un asco — dijo cruelmente Dylan

— Cass, no le hagas caso. Dylan, lárgate, eres un completo idiota que lo único que hace es molestar, vete de una maldita vez — dijo Amber a punto de explotar

— ¿Ya sacaste las garras? Sólo hacia mi trabajo, querida. Ahora mismo me largo — agregó, para luego irse dejándolas perplejas

Las chicas se quedaron en una especie de shock cuando llegó el supuesto "novio" de Cassidy

— ¿Qué tienes, Cassidy? ¿Por qué lloras? — preguntó Marcos "preocupado"

— ¡¿Y te atreves a preguntarle por qué llora?! — contestó Amber alterada

— ¡Eres un maldito! ¡LÁRGATE! Sólo fui una apuesta para ti, vete con Andrea — contestó Cassidy entre el enojo y el llanto

— ¡Wow, lo descubriste! La verdad es que nunca me importaste — dijo indiferente Marcos

— ¡Eres un idiota! ¡LÁRGATE! — dijo Amber

— Bien, pero me voy contento ya que gané dinero tan sólo por ilusionarte — confesó Marcos

A Amber le partía el alma ver a su mejor amiga llorando y sufriendo por un chico que no supo valorar lo que ella tenía, así que lo que hizo sorprendió a Cassidy.

— ¡No te soporto! Por tu culpa mi mejor amiga está así — dijo Amber exaltada y señaló a la mencionada

— ¿Acaso crees que me importa? — dijo como si nada Marcos

— Despídete de tu puta vida, imbécil — contestó Amber

Esta comenzó a golpear al chico que tanto daño le hizo a su mejor amiga, mientras la castaña inconsolable lloraba por todo, no podía asimilar una realidad que se veía venir desde siempre

— B-basta — dijo llorando Cassidy

Amber seguía golpeando a Marcos, ya que le había hecho tanto mal a su amiga, aún sabiendo que era muy sensible. Cassidy estaba muy mal, y no hizo nada hasta que alguien llegó a detenerla. Ese alguien era nada más ni nada menos que Andrea.

— Vaya, Andrea — dijo con asco — Cómo te atreves...

— A ver, ¿enserio creíste que Marcos, uno de los niños más populares de la secundaria te haría caso a ti? — dijo y miró de forma despectiva a la castaña que se encontraba sumisa

— Sabes que Marcos y tú son unas personas desagradables ¿verdad? — contestó Andrea con claro desagrado

— Vámonos, mi amor — dijo Marcos

Ambos adolescentes se fueron y dejaron de molestar a Cassidy. Amber se fue a verla, sabía más que nadie que era una persona muy sensible, y más aún respecto al amor

— Ya, todo estará bien ¿sí? Él no sabe lo que se pierde - dijo abrazándola

— G-gracias, Am... — dijo Cassidy casi llorando

— No hay de qué, ahora sigamos con nuestro camino — dijo Amber

— Está bien. ¿Sabes? Creo que ahora está más que decidido, sí iremos a ese campamento — contestó ya con mejores ánimos

— ¡Sí, vamos a ir! — se iluminaron los ojos de Amber

—Sí, iremos. Después de todo, no todo es estudiar — dijo Cassidy

— Tienes razón - respondió Amber

Ambas señoritas se dirigieron a sus respectivos hogares...

𝐄𝐥 𝐯𝐞𝐫𝐚𝐧𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐨 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨́ 𝐭𝐨𝐝𝐨...Where stories live. Discover now