Las Telas De Tessa.

20 5 0
                                    

Tessa, una mujer que cursaba la tercera edad, pero parecía una niña pequeña. Nadie la entendía realmente, nadie comprendía el porqué.

Ella pasaba sus días tejiendo, bordando y cosiendo, era su cosa favorita en el mundo y era algo que todos en el hogar de ancianos sabían.

Siempre estaba con una bola de estambre cerca, por si se le ocurría algo nuevo que tejer.

Ella decía que las prendas que tejía tenían sus sentimientos, y que intentaba dejar cosas buenas ahí. Pero así como dejaba su amor y alegría en algunas, en otras desquitaba su dolor, angustia y agonía más profunda.

Ella tenía prendas de todos los colores que te pudieras imaginar, pero había algunas imposibles de tocar.

Tessa era muy permisiva con sus prendas, pero algunas que guardaba recelosamente eran imposibles de alcanzar.

Según ella, las prendas contenían no solo sentimientos, sino también sueños, aventuras y recuerdos. Parte de la esencia de la persona quedaba en cada prenda que usara. Era la explicación que les daba Tessa.

En su testamento, estipuló qué prendas irían para cada quién de sus hijos, sobrinos y nietos. Ningún familiar estuvo al tanto hasta el día en que el testamento fue leído, pero ya nadie quería usar esas prendas. Todos creían que iban a estropearlas, y siendo ese el único recuerdo de la amada Tessa decidieron preservarlo cada uno a su manera.

Sus hijos, en su mayoría, doblaron con cuidado los suéteres que ella les tejió y los guardaron con cariño.

Sus sobrinos guardaron los gorritos navideños que ella les hizo para cuando fuese la época adecuada.

Y casi todos sus nietos doblaron las medias que ella cosió para algún momento especial.

Todos sus nietos excepto Brittany, quien había recibido algo diferente a los demás.

Brittany recibió una manta gigante -o eso le pareció a ella-  que podría cubrirla siempre del frío exterior.

Un mes luego de la muerte de su abuela ella la estrenó, la puso con cuidado subes su cama y, con su osito de peluche en manos se acurrucó para dormir.

Esa noche fue mágica, la más mágica de todas sus anteriores noches, pero la primera de muchas.

Entonces comprendió el significado de las palabras de su abuela. Y solo después de soñar la más hermosa de sus aventuras entendió el recelo de su abuela con esas telas.

Ella en ese sueño visitó a su abuela y abuelo, quienes la acompañaron a un parque de diversiones mágico.

Desde esa noche ya no la extraño más que en el día, ya que en las noches iba a visitarla con gran alegría.

Comprendió además, que las personas no desaparecen para siempre si uno las mantiene en su corazón.

Las Telas De Tessa ✔Where stories live. Discover now