Comenzó con un beso

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Con diciembre llegó la temporada navideña, Mina y Toru, siendo las más emocionadas, se encargaron de decorar la sala común de los dormitorios con guirnaldas brillantes, botitas rojas y verdes y por supuesto, muérdago, ubicado estratégicamente en varios sectores. Si tenían suerte, sus planes de formar parejas se cumplirían.
Ya se estaba acercando la Navidad y con ello, el receso invernal, muchos estudiantes planeaban volver a sus casas para pasar la Navidad en familia, por lo tanto, había menos chances de que los planes de las chicas dieran resultado. Sin embargo, los milagros suceden en esta época del año.

Un día, Kirishima iba caminando distraído mirando el celular y Kaminari iba corriendo en sentido contrario, escapando de Bakugo, a quien le había hecho una broma, ninguno de los dos vio al otro y terminaron chocando y cayendo al suelo, justo debajo del muérdago. Mina y Toru estaban charlando con el sofá con Ochako y Tsuyu, por lo que vieron toda la situación y en lugar de estar preocupadas por sus amigos, se pusieron contentas, pues al fin iban a ver un beso navideño.
–¡Están debajo del muérdago, deben besarse! –Gritó Mina emocionada.
–Ah, me golpeé la cabeza, que suerte que no activaste tu quirk. –Dijo Denki con la mano en la cabeza.
– Beso, beso, beso. –Cantaba Toru.

Kirishima no entendía lo que estaba pasando, de repente alguien lo golpeó con fuerza, haciendo que se caiga y se golpeé la cadera y ahora Ashido y Hagakure hablaban de un beso.
Kaminari se quedó mirando a las chicas, miró hacia arriba donde Mina estaba señalando y luego a Kirishima que estaba sentado en el piso justo delante de él "qué debería hacer", pensó. De repente se escuchó una explosión y la voz de Bakugo gritando "¡¡Muere!!". Denki entró en pánico y pensó "si me muero hoy, al menos quiero morir feliz".
­– Kirishima no te enojes.
Antes de que el aludido pudiera responder algo, lo agarró de la cabeza y le dio un pequeño beso en los labios. Luego se levantó y salió corriendo antes de que Bakugo lo encuentre y lo mate. Mientras tanto las dos amigas que habían estado esperando por este momento, gritaban emocionadas y Kirishima se quedó con los ojos abiertos como platos, preguntándose que rayos acababa de pasar. Momentos después llegó Bakugo muy enojado explotando todo lo que se le cruzara por el camino, por lo que todos salieron corriendo y lo dejaron solo.
–¡¡Muere!!

Más tarde, en la noche, cuando las cosas se habían calmado, Kirishima estaba en su habitación pensando en lo que había pasado más temprano, ¿por qué Denki lo había besado? ¿Por qué salió corriendo como un cobarde? Eso no era de hombres. Decidió ir a buscarlo para aclarar la situación.
Mientras se dirigía al tercer piso, pensaba en lo que iba a decirle a su amigo, hacía tiempo que sentía algo por él, cada vez que tenía cerca al rubio le costaba concentrarse y siempre quedaba encandilado con su sonrisa brillante. Realmente le molestaba que Denki lo haya besado de esa manera tan casual, como si un beso no tuviera importancia para él. Para cuando llegó al dormitorio de Kaminari estaba molesto, pero no podía presentarse así, de ese modo terminarían discutiendo y él no quería eso, por lo que respiró profundo un par de veces y luego golpeó la puerta.

–Oh, Kiri. No te esperaba, pasa. –Hacía tiempo que Denki había empezado a llamarlo por ese apodo, aunque no terminaba de gustarle, tampoco le desagradaba, por lo que nunca se quejó.
No esperaba que Denki se viera tan lindo después de bañarse, con el pelo todavía húmedo y algo aplastado. No era la primera vez que lo veía así, ¿por qué ahora reaccionaba distinto? ¿Sería por el beso?
–¿Necesitabas algo? –Preguntó mientras se sentaba en la cama e invitaba a su amigo a sentarse en la silla.
–Quería hablar de lo que pasó hoy temprano.
Kaminari tardó un momento en entender a qué se refería y cuando lo hizo su cara se puso roja.
–Ah, sí. ¿Queres saber por qué iba corriendo por los pasillos? Es que le había hecho una broma a Bakugo. – Dijo riendo nervioso. Por las dudas no quería tocar el tema del beso, en su momento actuó por impulso.
–Eso no me interesa, no soy Iida, no me importa si estabas haciendo algo incorrecto. Te estoy hablando del beso que me diste. –Aunque se mostraba serio y calmado, su cara estaba roja y por dentro se estaba muriendo de los nervios. ¿Qué hacía si Denki le decía que el beso no significó nada?
–Eh, que-que repe-repentino Kiri. –Tosió para disimular los nervios, pero no sirvió de mucho, Kirishima no era un tonto como él–. Había muérdago arriba nuestro y es la tradición, ya sabes...
Eijiro se dio cuenta de los nervios del rubio y la esperanza se encendió como una luz del árbol de Navidad, "¿podrá ser?" pensó. Lentamente se levantó y se acercó a Denki que seguía hablando incoherencias. Se sentó muy cerca de él y le dijo:
–¿Me estás diciendo que besar a tu mejor amigo no significó nada?
Kaminari no podía responder de manera afirmativa, desde que conoció al pelirrojo quedó cautivado por sus ojos grandes y expresivos y cada vez que le sonreía su corazón latía demasiado rápido. No, no podía decirle que el beso fugaz no significó nada cuando en realidad estuvo pensando en eso todo el día. Pero tampoco podía decirle que se moría de ganas de besarlo mucho ahora mismo. No quería arruinar la amistad que tenían.

Comenzó con un beso - Navidad KiriKamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora