CAPÍTULO 18 ✔️

580 40 1
                                    

Ya había pasado un largo y doloroso mes y seguía sin recibir señales de vida de Jacob

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya había pasado un largo y doloroso mes y seguía sin recibir señales de vida de Jacob. No contestaba mis llamadas e ignorada mis mensajes, no sabía que estaba pasando estaba preocupada o no se, si el ya se había hartado de mi y esa era su forma de terminar conmigo. Quizás eso sea y yo aquí pensado todos los días en el, me sentía una gran tonta pero no podía sacarlo de mi mente.

-¡Vamos, Kath! Hagamos algo te hará bien, venga, levántate de esa cama de una buena vez.-repetía Lindsay por tercera vez.

-No.-me cruce de brazos.

Los miré a los dos y negué con la cabeza.

No estaba con ganas de nada. Apreciaba que Lindsay y Nathan quisieran animarme pero yo no estaba en ánimos de salir, yo solo quería quedarme en la comodidad de mi casa.

-Vamos Kath, enserio ni porque es mi cumpleaños nos vas a acompañar a mi fiesta.-Nathan me mira fijamente.

Ruedo los ojos,-No puedo creer que me estés chantajeando.

Sonríe.-Tengo que usar todos los método posibles contigo y si tengo que Chantajearte pues lo haré.

-Los odio.-Suspiró,-¿A dónde iremos?.-los miro fijamente mientras pongo los ojos en blanco.

-A casa de Shawn, el se ofreció a que hiciéramos la fiesta ahí ya que su casa es más grande que la mía.

-Bien, vamos.-levanto pero en cuestión de segundos ya estoy sentada nuevamente gracias a Lindsay.

Lindsay me mira fijamente con los brazos cruzados,-Porque tanta prisa Kath, aún falta por hacer algo y no podemos irnos hasta que este eso listo.

-¿ y que sería eso?.-preguntó.

-Obviamente arreglarte no puedes ir así.-me mira y niega con la cabeza,-Es tan evidente Kath.

Miro mi aspecto y bueno para mí no tenía nada de malo-¿Que tiene de malo? Para mi esta bien.

Lindsay rápidamente me toma de la mano y me lleva hasta un espejo.

-Kath, obviamente no puedes ir porque llevas con esa ropa puesta tres días que acaso no te das cuenta.

¡Mierda!

Tiene razón supongo que no puedo ir así, todo mundo se daría cuenta de que no he tenido ni ganas de bañarme.

-Te traje un par de opciones de vestidos para que eligas el que más te guste.-Sonríe,-Vamos Kath no queremos llegar más tarde.

-Estas loca con tus vestidos tengo miedo que se me vea hasta donde no da el sol.-frunzo el ceño,-Paso me pondré algo que yo tenga en mi closet.

Lindsay suelta un bufido-Tú y tus vestidos de abuela.

-No son de abuela.

-Lo que tu digas Kath.

[...]

Lo que pareció una larga eternidad en realidad sólo fue media hora. Ya estábamos en casa de Shawn, finalmente terminé escogiendo el vestido menos vulgar por así decirlo de Lindsay. Un vestido azul oscuro que se almodo perfectamente a mi figura no voy a decir que con este vestido no enseñaba algo de piel porque claramente estária mintiendo pero era el que más me hacía sentir cómoda.

Nathan tenía razón la casa de Shawn es mucho más grande que la casa de todos nuestros nosotros, y todo es fino modernamente decorado. No se como no le preocupa que puedan destruir algo ya que todo se ve que es bastante costoso, hay luces de colores en toda la casa. Todo parecen divertirse y ahora mismo siento que sobró me siento como el bicho raro alrededor de todos ellos. Me había acostumbrado a tener la presencia de Jacob es las fiestas que ahora lo extrañaba y mucho.

Jacob...

Se que debería dejar de pensar en el y divertirme pero simplemente no puedo, a dónde quiera que voy todo me lo recuerda.

De pronto siento como alguien me sacudo, volteó a rápidamente asustada y veo a Lindsay sonriéndome.

-¿Qué pasa Kath? ¿Estás bien?.-me mira preocupada,-Te quedaste pensativa un muy buen rato.

-No te preocupes estoy bien.-Sonrió,-Sólo me siento como el bicho raro no conozco a nadie más que a Nathan y a ti.

-Por eso no te preocupes.-engancha su brazo al mío,-No necesitas a ningún perdedor.

Me tomo un momento para mirar a mis alrededores, y obviamente era de esperarse que hubiera muchas chicas lindas y muy bien vestidas. Ya me lo imaginaba siempre las chicas de la escuela se esfuerzan por verse de lo mejor no como yo, en fin. No todo mundo siempre es perfecto. A regañadientes Lindsay me lleva directamente hacia la barra y pide dos tragos para nosotras de un color verde muy llamativo, y que a simple vista no se ve nada seguro tomarse eso.

—¿Qué demonios es eso Lindsay?.–preguntó un tanto asustada,—No me voy a tomar eso.

—¡Se llama demonio! ¡Pruebalo anda!

Un trago que se llama demonio no puede estar muy bueno. Con tan sólo verlo puedo imaginarme que me va a quemar hasta el alma, y ahí si le hará honor a su hombre. Pero que más da esta noche no me importa nada, de un solo sorbo me tomo el vaso y el liquido amargo viaja por mi garganta haciéndome toser al instante.

Todo y de inmediato Lindsay se empieza a reír de mi, yo no se cómo a ella no le afecto en nada. Ah si claro se me olvidaba ella ya se había convertido en una ebria profesional pero eso no le basto pidió dos para mi y otros dos para ella y si por ella fuera hubiera seguido pidiendo tragos pero no lo hizo ya que Nathan nos fue a buscar para llevarnos al jardín trasero, según nos iba a presentar a alguien muy importante para el.

—¿ Y bien dónde está?.–pregunta Lindsay.

—Le dije que me esperará solo unos minutos en lo que iba a buscarlas.–empieza a mirar a su alrededor hasta que señala a alguien en el fondo,—Es el, vamos chicas.

Así de pronto me siento rodeada de puros dioses griegos.

—Estas viendo lo mismo que yo.–dice Lindsay embobada.

—Si y es absolutamente perfecto por dónde quiera que lo veas.

Si Jacob ya no quería estar conmigo obviamente era libre de mirar chicos y hacer lo que yo quiera, esta noche solo está por comenzar.

Perfecto Mentiroso  (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora