calm

528 79 16
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

. . .

hoy no fue un buen día para rubén, bueno... ninguno lo era realmente, solo que este fue peor que los anteriores.

su jefe lo regañó, de nuevo, ese hombre no tenía nada más que hacer además de regañar al pobre chico, casi echándole la culpa por todas las putas cosas de mierda que pasaban en la empresa.

además de que no era su culpa de que los papeles hayan estado desordenados, ese gilipollas que tenía por compañero ni siquiera sabía guardar unos documentos en un archivador de mierda.

y eso no era todo, luego de salir de su primer turno de trabajo, su jefe lo tomó desprevenido en uno de los pasillos mientras traía su café y lo derramó por completo encima del hombre más bajo.

además de quemar al minium calvo que tenía por jefe, empapo toda la parte delantera del traje absurdamente caro del hombre.

después de rogar por media hora para que no lo despidieran, llegaron al arreglo de que la mitad del sueldo de rubén estaría suspendido hasta que la cuota del traje estuviera pagada, rubius hizo el cálculo y estaría en promedio unos siete meses sin el monto total de su sueldo.

ya casi llegando a su departamento unos tíos le quitaron su móvil y su billetera, mientras lo amenazaban con un cuchillo carnicero.

cuando se fueron, rubén a penas tuvo tiempo para entrar a su departamento para desmoronarse contra la puerta, teniendo uno de los peores ataques de pánico que hasta ahora podía recordar.

casi se arrastró hacia el baño para tratar de alcanzar el pastillero que estaba encima del lavamanos.

cuando lo tomó, lo abrió con manos temblorosas mientras algunas pastillas salían volando por los movimientos bruscos y descuidados.

─ n- no hay... ─ susurró con terror.

no veía las pastillas celestes por ningún lado, volteó todo el recipiente en el suelo y buscó desesperado alguna pastilla ─ , aún que sea solo una por favor, por favor, solo una ─ repitió en su mente una y otra vez, rogándole a cualquier santo que estuviera escuchando.

─ ¡MIERDA! ─ gritó, lanzando el pastillero ya vacío hacia el espejo del baño, trizandolo en el proceso.

─ hijos de puta, maldita sea... ¡coño! ─ maldijo a nadie el particular, tomando su cabello entre sus dedos y jalandolo con fuerza, haciéndose un ovillo en el suelo de su reducido baño, con las pastillas esparcidas a su alrededor.

lloró y gritó por lo que parecieron horas, arañando sus brazos, raspando las ya casi desvanecidas cicatrices, jalando su cabello y sacando más de algún cabello.

estaba tan sumergido en su desesperación que no escuchó los insesantes sonidos de golpeteo en la puerta principal, ahogándose en la miseria y el dolor.

𝐏𝐈𝐋𝐋𝐒		★Where stories live. Discover now