Cuando comencé mi primer poemario, había perdido la fe en el amor. Me habían herido tanto, que incluso perdí la cuenta de todas las heridas infringidas. Pero, no hay sufrimiento que dure mil años. Y si tú has sufrido lo mismo que yo, sólo puedo decirte, ¡No te rindas! El día (o la noche), que menos imagines, llegará el amor que te sanará.
62 parts