Bastián Leantes es un chico de 16 años que vive en Mar del Plata con sus padres y su abuela. Un día, después de terminar las clases, se va a caminar a la playa hasta que una tormenta llega a la costa. Se refugia en un café y se sienta en una mesa. Una mujer, en un rincón de oscuridad se encontraba observándolo, con su mirada fría, hasta que el hace algo sorprendente. Ésta le dijo que lo necesitaba, que era una persona entre billones o más, y que necesitaba instruirlo. Su tipo (el de Bastián y Tabata) era llamado receptores, ya que tenían la capacidad de captar y emanar energía emocional, lo cual podía influir en las otras personas. Bastián era un receptor particular, podía controlar a cualquier persona, podía meterse dentro de la mente de las personas y extraer sus mayores secretos, por eso Tabata lo quería para vencer a uno de los más escurridizos y malvados receptores, Inuria, que buscaba algo capaz de acabar con toda la humanidad.