Las personas de hoy en día, las familias en general, quieren lo mejor para un ti y creen hacer lo correcto cuando en realidad son un estorbo, son una vaca en el medio del camino que no te deja pasar, tocas bocina para que se den cuenta que tienes que pasar, pero no lo hacen, solo se quedan ahí viéndote para ver que paso vas a dar.
Cuando ellos creen que te están ayudando, lo exponen diciéndole al vecino lo orgullosos que están de ti, lo que has logrado, pero tú sabes que no es así, solo lo haces por obligación, porque si tu familia es igual a la mía no puedes fallar en absolutamente nada, todo es perfección, ni siquiera un nueve, solo diez. ¡Pero claro! Qué mejor que cuidar tu reputación, si tus padres fueron el ejemplo tu también lo tienes que ser ¿me equivoco? Tienes que ser la estúpida porrista del equipo de baloncesto pero también tienes que ser la inteligente y delgada, ni un kilo más ni un kilo menos, y si llegas a tener ojeras, puntos negros en la nariz, labio paspado o tienes acné, pues prepárate para el sermón de mi madre. Mi familia cree que somos la perfección y en realidad me he dado cuenta estos últimos meses que todo es una mentira.
Sientes ese vacío en el alma que necesita ocupar un lugar y ahí es donde aparece Owen; divertido, simpático, tierno, pero también es el popular y tiene el puesto del chico malo y sexy pero no es así, yo no conozco.
Owen rellena ese vacío en mi pero no va hacer fácil conseguirlo, demasiada competencia para una chica como yo. Su hermana menor según él.
¿Cómo compites con eso?All Rights Reserved