Después de las guerras, después de haber perdido a tantos amigos y hermanos, había campistas que, sencillamente, no soportaban la presión o el arrepentimiento y en sus ganas de deshacerse de un dolor emocional llegaban a tomar medidas desesperadas como esta. Hasta entonces Will Solace había insistido en encargarse personalmente de la atención de esos semidioses, y no porque se considerara una especie de héroe ni nada por el estilo, sino meramente porque quería proteger a sus hermanos del devastador vacío y de la consumidora impotencia que conllevaba el ver así a un compañero a quien se apreciaba, sabiéndote incapaz de ofrecerle ningún tipo de consuelo. Por alguna razón que no alcanzaba a comprender, ver a Nico en ese estado se sentía mucho peor que ver así a cualquier otro de los campistas a los que había atendido.