Youngbae era un hombre humilde, simpático y con la relación amorosa estable. Su mayor sueño, desde temprano, era ser un cocinero reconocido y aclamado por los críticos de la culinaria. Cuando supo que el AoRi Ramen estaba contratando nuevos empleados, no pensó dos veces para marcar una entrevista. Estaba tan confiado y animado que simplemente no le entraba en la mente que estaba a un paso de realizar su gran sueño. O a un paso de poner su vida al revés. Su jefe lo tenía en la palma de sus manos y jugar un poco no parecía tan mal. Aquel hombre inocente, hermoso y talentoso siempre sería bienvenido en sus restaurantes. Pero poco le importaba cómo su personalidad o actitudes podrían afectar en la vida de su empleado. Todo lo que importa para él, en realidad, eran las maneras diferentes de cómo iba a probar de aquel delicioso cuerpo.