Querida Lucia: Luego de casi seis meses y de varios intentos por acercarme a ti y hablarte, me he dado cuenta que no puedo hacerlo. Sencillamente no puedo. Y no quisiera que creyeras que se debe a que no tengo el valor suficiente para luchar por ti. No fui capaz de acercarme a ti porque tengo miedo. Miedo de que mi atrevimiento te moleste y te alejes de mí. Miedo de perder esa poca cercanía que he logrado conseguir y privarme del simple hecho de saludarte cada día con una sonrisa. Decidí escribir estas cartas anónimas con la intención de desahogar el sentimiento que cada noche me roba el sueño. Solo espero que algún día tenga el valor suficiente de entregártelas. Con cariño, un admirador secreto. QUEDA PROHIBIDA TODA COPIA O ADACTACIÓN. Fecha de publicación: 16/10/17