La hermosa Navidad venía pero él no tenía ni una puta idea de qué regalarle a su novio gracias a que era un asco cocinando y que había explotado ya la cocina. Estaba realmente desesperado pero no se daría por vencido o dejaba de llamarse Bakugou Katsuki. Ese puto pastel se hornearía aunque fuese lo último que debiera hacer, claro que algo de ayuda le sería útil, incluso si era ayuda del nerd. Todo por verlo sonreír.