La vida puede cambiar en mucho menos de un día, sobre todo si aparece alguien que la cambia de forma radical. Ella nunca fue una chica habladora, siempre observaba callada, siempre sabiendo que nunca sería notada. Era mucho con el lenguaje escrito que el hablado, por eso escribía poemas. Él solo quería acabar su vida, debatiéndose siempre entre la vida y la muerte, pero siempre eligiendo seguir adelante. Ella le cambió la vida. Él no pudo hacer nada.