Los dos sonrieron al unísono, como si hubiesen develado un secreto. Puesto que gracias a la anterior tormenta pudieron conocerse, y que esas lluvias y los malos ratos que habían pasado gracias a ellas al principio del mes, no eran un mal presagio, quizá solo era un cambio que debían de tener. Todos los derechos reservados -