Valentina aveyard vivió toda su vida con las cicatrices de su pasado, cicatrices que nunca se curan, dejándole una gran herida tanto en su corazón como en su cuerpo, cicatrices de las que sigue huyendo intentando que no la arrastre a la oscuridad, cicatrices que le dejan una gran responsabilidad. Silas davis, hermoso y de buen corazón, un hombre cautivador, él amo una vez en su vida, sin embargo el destino cruel los separo y juro no volver a amar pero cuando visita aquella pastelería, una mujer hermosa estaba allí, moviendo las caderas al compás de la música. Él pensó que jamás la volvería a ver, él sabe que ella no tiene idea de quién es él pero él si, y va a luchar para que vuelvan a estar juntos porque no fue casualidad, fue el destino.