Todo había cambiado de la nada, un día éramos libres y al día siguiente prisioneros. Mejor dicho, sus esclavos. ¿Quienes? Las bestias. O como los llamábamos en nuestros cuentos rurales y folclóricos: Hombres lobo, mitad bestia mitad humano. Una aborrescencia de especie en la tierra. Primero todo estaba bien, creímos que podríamos convivir con ellos. Que ellos nos ayudarían a mejorar nuestra especie, lo cual lo hicieron, pero solo por un momento... Todo se fue hacia abajo, o como mi madre diría a la mierda cuando nos enteramos de que cada bestia tenía su otra mitad. Alguien que lo "completaba." ¡Ja! Como si uno solo de ellos no sea más fuerte que 10 de nosotros juntos. Sus mitades o almas gemelas como los llamaban eran algo crucial para ellos. Eran algo sagrado. Tan sagrado que, si uno de los dos moría, el otro automáticamente moriría. ¿Gracioso no? Los cuentos eran verdad... ¿Por qué decidimos desvincularnos de ellos? Cuatro de cada doce humanos estaban destinado a ser el alma gemela de una bestia... Dos de seis Uno de tres ~~~~~~~ Creí poder encontrar un camino...un camino fuera de aquí...un escape. Pero tú nunca me dejaste... era tu prisionera... Aunque me tome toda una noche o cien años espero escapar... Me encuentro buscando un lugar en el cual esconderme... pero no encuentro uno cerca. Deseo sentirme viva de nuevo... y poder salir de aquí... fuera donde pueda confrontar mis miedos. ¿Es eso tan malo? ¿No es encantador? Estar sola con un corazón hecho de cristal y mente hecha de piedra... Destrózame en pedazos una vez más. Destrózame entre Huesos y Piel. ¿No es encantador? Estar sola con un corazón de cristal y mente de piedra.