A veces hay que dejar que las cosas sigan su curso sin interferir en ellas. Las casas antiguas guardan secretos oscuros y un pasado largo y duro. Han visto morir muchas generaciones y, al final, todas las almas que se quedan en ella, imprimen su huella en nuestro mundo y en el otro. A veces, las grandes mansiones de siglos pasados, esconden puertas que nos conectan con el otro lado. Si eres de esos que no hacen caso a las supersticiones, haces bien. Pero si eres de los que disfrutan de una buena dosis de realidad distorsionada, bienvenido/a. Te estábamos esperando.