Desde que era adolescente escribo sueños que tenía cada noche o cada vez que me quedaba dormida, lo hacía porque en uno de estos sueños Dios me dijo que escribiera todo lo que viera pero jamás lo compartí con nadie, hasta que un día en el año 2018 mientras vivía en Nueva Zelanda, una mañana después de haber llevado a mi hijo a la escuela al regresar me acosté a dormir porque estaba muy cansada y tenía sueño. La voz de Dios interrumpió mi sueño diciéndome que me levantara y buscara el libro de sueños donde tenía todo lo que había escrito, porque el tiempo de hablar de ellos había llegado y entonces empecé a usar esta plataforma y todos los medios para comunicar mis sueños.
12 parts