Obrador tuvo otro de esos sueños donde Oswald rogaba por su vida. Amor- Lo movió de un hombro Nygma, un tanto apresurado - ¿el mismo sueño de siempre? - se acomodó de tal forma que sus brazos cubrieron la cálida piel de Obrador. -Sí - respondió Obrador y sumergió su cabeza en el pecho de Nygma. El único lugar donde podía sentirse seguro después de todo el problema con Gotham y los tratados de México. (...) Recordaba Edward mientras los detectives pedían su declaración. Era imposible que pudiera articular una sola palabra. Después de lo sucedido, Nygma sólo quería buscar venganza.