Emma Stones, por las mañanas. Roseanne Cooper, por las noches. Ella solía pensar que toda alma que habitará la tierra debía morir lenta y dolorosamente: que nadie merecía irse al cielo, todos estaban destinados al infierno. Nadie era totalmente bueno, todos tenían algún pecado que escondían y ella lo sabía. Roseanne era un ente muy poderoso, que deambulo por siglos queriendo encontrar a la persona que le heredara el poder absoluto; pero cuando lo encontró no supo que hacer. Pues a pesar de que Roseanne había encontrado el alma pura que la haría convertirse en el ser más poderoso, anhelaba amarlo y que él la amara. El destino había decidido juntarlos, pero ella no estaba dispuesta a dejarlo todo por amor... ¿O si? ACLARACIÓN: esta historia la escribí cuando tenía 15 años, por ende su narración y trama no es la mejor, está en ustedes leerla después de saber esto.