Han pasado años desde que mis padres se despidieron de su dragones. Cada día nos cuentan a mi hermana y a mí sobre las grandes aventuras que tuvieron con ellos. Cómo se conocieron mis papás y como acabaron enamorándose. Ahg, el amor. Dicen que es lo más bonito que hay en el mundo, pero yo no lo creo así. Pienso que eso solo hace que tengas más puntos débiles, y eso es lo peor que le puede pasar a unos vikingos guerreros. En conclusión, nunca me enamoraré. O eso pienso yo...