Todos en aquel lugar nacían con una habilidad especial, algunos podían elevar cosas tan solo con la mente, otros tenían la fuerza de cien hombre, otros tantos podían leer las mentes, todas esas habilidades le parecían de lo más fascinantes a Arthur, para él todas aquellas habilidades tenían un sentido y quizá hasta una misión que cumplir. Incluso la suya, pero él todavía no la descubría.