Tenía la vida perfecta, amigos, novio, buenas notas, ¿Qué más podía pasar?. Lamentablemente todo lo bueno siempre tiene su contraparte y esta no fue la excepción, porque aquellos ojos se cruzaron con los de ella y esa conexión se creó, inevitablemente y poco oportuna. Después de esa fiesta, dos corazones nunca volvieron a ser iguales.