Irrumpe en mi mente adolescente, en mi primer desamor hecho poesía. No era el mismo ni podía conmigo, el pasado solía ser mi mejor amigo. Este corazón se revuelve, congela y acoraza, tras ser atravesado por una flecha de plata. Entonces me abrigué con el suéter celeste y, por la mañana, abrí mis cortinas. Los sucesos decembrinos se congelaron en el tiempo y, tras el invierno, fueron invisibles en el viento. Obra registrada con el código legal: 2310015456272 Prohibida su copia y/o adaptación Copyright © 2023 Daniel Eduardo Fernández Humbría
22 parts