Ella, una pequeña niña que pasó toda su vida encerrada en una habitación y nunca vio la luz del sol. No sabía qué crimen había cometido, no sabía nada. Cuando cumplió los 18 años, esa puerta fue abierta... Tras escuchar unos aterradores gritos y ruidos fuera de esa oscura habitación, se abrió la puerta y entró un hombre vestido de negro con una sonrisa triunfadora. - ya te encontré pequeña - habló un misterioso hombre y se acercó a la pelirroja - ¿quién eres? - preguntó desafiante - tu salvación... *No hay blanco sin negro, no hay luz sin oscuridad.* *No hay vida sin muerte, no hay amor sin odio.* La oscuridad me enseñó a apreciar la luz.