Una noche como otra cualquiera, los mismos clientes, las mismas bebidas. Todo siempre era lo mismo, tranquilo y pacífico. Cierta noche un invitado nuevo llega al lugar, llamando la atención de todos menos del chico del bar, el solo le atendió y ya. - ¿Cuantas canciones me das para enamorarte? - Suerte con eso - Respondió sarcástico el azabache. ••• Historia corta. Espero la disfruten!
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