-¿Sabes por qué me gusta tanto el atardecer? -Dime ¿Por qué? -Porque parece que el cielo y el infierno volvieran a estar juntos como al menos por un instante de nuevo. Es como si no existiera una larga brecha en los caminos que te llevan hacia ambos, como si solo por ese corto lapso de tiempo luz y oscuridad pudieran coexistir en una perfecta armonía, es como si el cielo perdonara los pecados al infierno y le diese la oportunidad de un nuevo comienzo. Que es lo que cada uno de nosotros siempre pide, la oportunidad de comenzar de nuevo y hacer las cosas de diferente modo. Pero cuando el atardecer acaba, y comienza la noche te das cuenta que en realidad, si existe una amplia diferencia entre ambos.