Qin Yuyang siempre terminaba transmigrando como un hombre escoria que quedaba atrapado en la cama, con otro hombre, por su compañero. Con frecuencia, el amante secreto y su compañero lo interrogaban al unísono "¿Lo eliges a él o a mí?" A veces, su verdadero amante se burlaba de él despectivamente "Vete, sal de mi casa." El amante, por otro lado, se desconsolaría y preguntaría "¿Qué tengo que hacer para que te quedes?" A veces, iba tan lejos como para soltar sin cambiar su expresión "Tengo a tu hijo, jeje." Esto fue demasiado... 1. Esta es una dulce historia de un gong que transmigra, 1 contra 1, con mucha sangre de perro. [ Traducción autorizada ]