Harry Styles, hijo de una pareja de profesores, chico tímido y de tan tierna edad, una bruma de silencio y miradas bajas. Louis Tomlinson, el señalado huérfano, uno más entre los 130 chicos internos. Las vidas de ambos transcurren de manera tranquila y no hay inconvenientes hasta que un día los padres de Harry son contratados para trabajar en un internado en un pueblo caracterizado por ser pequeño, pero un infierno grande. Donde la felicidad se alcanza a base de nostalgia de recuerdos sobrevalorados, se llora todos los días y el amor está prohibido. Una mirada Una palabra Una promesa... ¿rota? Lo dañino en medio de la inocencia de besos a escondidas y manos tomadas debajo de la mesa. La sensación de estar perdido aún cuando vivimos rodeados de caminos llenos de corazones cálidos y palpitantes. De estar solo, sin siquiera tenerse a si mismo.