No puedes cambiar el destino. No puedes evitar que el amor aparezca, porque una vez que lo encuentras, no hay manera de escapar de las brasas que nos envuelven. Shownu, el Dios de la guerra violenta creía ser aquel olímpico el cual nadie podría ponerlo de rodillas, pero en cuanto su mirada se topó con la de él. Todo lo que alguna vez había dado por sentado se desvaneció.