Luna es una adolescente de 15 años determinada y soñadora, que ama la danza. Aunque presenta obstáculos y prejuicios por usar silla de ruedas, decide unirse a un estudio de danza inclusivo, donde queda seleccionada para una importante presentación. A medida que progresa, Luna desafía los estereotipos y utiliza su perseverancia para silenciar a los que la critican. Además, aprende lecciones sobre la aceptación y la confianza en si misma, demostrando que su discapacidad no define su capacidad para alcanzar sus sueños.