¡Carajo!, ¿dos rayitas es estar embarazada? Mire la caja nuevamente para confirmar que lo que estaba pasando no era real, que no estaba embarazada cuando mi carrera estaba a punto de despegar, y mucho menos que el padre de este bebé estaba a punto de casarse siendo un abogado exitoso con su propio bufete. ¿Por qué?, ¿por qué pasó esto?, la primera vez que guarde tanto para él... Termino siendo de él, con algo abordo. |Segundo libro de "El Contrato"|