Alyssa Pendragon lleva una vida de perros. En una familia en donde la única con un poco de cerebro es ella, todo se va a la mierda cuando el tío mayor de Alyssa muere baleado al salir de un edificio en su último viaje de negocios. Con el dinero de la familia repartido con las patas, Alyssa apenas tiene para comer en la Ciudad de México, por lo que al verse encerrada entre idiotas y sin comida, decide escapar. ¿Y qué mejor lugar para huir que a la ciudad recién salida de un estado de sitio? Al llegar, Amelia Hardeen no puede darle hospedaje, pero el líder actual de Alba Dorada sí. Eso a cambio de un trabajo estable en Alba Dorada, claro está. Una vez de vuelta en La Ciudad, Alyssa debe entrenarse y pedir ayuda para poder reclamar lo que le pertenece, no por el deseo de ser millonaria, sino porque según el abogado que le leyó el estamento, ella es la única en su familia que no va a echar a la basura el esfuerzo de toda la vida de su tío.