Fueron solo unas pasadas de copas lo que los llevo a tener sexo y ella estaba dispuesta a todo con tal repetirlo. «- No estoy esperando a que me jures amor eterno. - No es eso, solo que... no es correcto, nos equivocamos. - Será de aquí a la boda, después de eso ya no sabrás de mí y tú serás feliz con ella. - Yo... Ni siquiera termino la frase, pues los labios de ella se pegaron a los de él y es que fue imposible no aceptar los besos húmedos y ardientes del monumento de curvas pronunciadas, pechos voluptuosos y esa melena roja que la hacía ver peligrosa.» INICIO: 14|06|21