Un corazón roto derrama lágrimas silenciosas.
De cada grieta van saliendo pequeñas gotas de sangre.
Cada verso es una experiencia vivida, la cuál tiene su historia y cicatrices que quedan plasmadas en el papel.
Un corazón roto derrama lágrimas silenciosas.
De cada grieta van saliendo pequeñas gotas de sangre.
Cada verso es una experiencia vivida, la cuál tiene su historia y cicatrices que quedan plasmadas en el papel.
Cada quien vive sus propios tormentos.
Los míos me trajeron hasta donde estoy hoy, no sin antes intentar hundirme. La muerte me miró a los ojos una noche de febrero de 2010, recuerdo la sangre manar...