Ser bruja nunca ha sido fácil, ser la hija de una maestra que te castiga por todo mucho menos, pero encontrar que tu guía espiritual es un conejo y no un gato como es costumbre, es lo peor que me pudo haber pasado. Y ahora debo lidiar con él, soportar que se coma mi comida, fingir que no sé cuando se transforma en un guapo, sexy y musculoso chico, y que busca desesperadamente tirarse a mi mejor amigo... Portada realizada por @MaryorisBaez