Conocía esos pasillos como la palma de su mano. Cada local, cada cosa, cada producto, cada marca, etiqueta, tantas cosas... Después de todo era su hogar, era su mundo, era todo para ella... Y ella, lo era todo para él. ¿Qué haría él si ella no estuviera allí? Su sonrisa tan alegre y brillante, sus cuidados tan gentiles, sus manos tan suaves, los besos que compartían en ocasiones. Pero esos constantes dolores de cabeza no ayudaban, esas pesadillas, todo, pero... No había problema, ¿Cierto? 𝐄́𝐥 𝐥𝐚 𝐜𝐮𝐢𝐝𝐚𝐫𝐢́𝐚. No había problema. Siempre había sido así. ¿No es así? ... ¿No?