Un muchacho nacido en El Cairo. Hijo único de padres suecos que enseñaban inglés en escuelas de bajos recursos en Egipto. A la edad de dos la familia retornó a Suecia y sus padres se desligaron de su crianza, razón por la cual desde muy temprana edad quedó bajo la custodia de sus abuelos paternos. Su vida mortal fue tranquila, creció en un entorno con amor y respeto hacia la naturaleza. Lucian siempre tuvo una fuerte conexión con su tierra natal, por lo que estudió arqueología y se especializó en egiptología. A la edad de 24 años tomó la decisión de retornar a Egipto. Viajó a El Cairo, decidido a abocarse a formar parte de un equipo de excavación en un yacimiento de Heliópolis. Pero sus planes se vieron truncados por la aparición de un grupo misterioso de gente que lo abdujo y lo mantuvieron cautivo por un tiempo. Sometido a prácticas ritualísticas paganas, Lucian tuvo que enfrentar ciertas pruebas en donde su vida dependía de su destreza, pero las circunstancias y sus alcances no fueron muy lejos, por lo que su vida mortal culminó para luego renacer de la sangre, el fuego y la arena del desierto.