Después de una noche de fiesta Louis amanece con una marca en su cuello. Él no está enamorado y una marca no lo hará cambiar de opinión. Ahora tiene que acostumbrarse a la constante presencia del alfa que lo marcó. Constantemente de su boca sale un: "No estamos saliendo, sólo estamos enlazados" pero eso no va a ser por mucho tiempo.