Ella acaba de mudarse por quinta vez en su corta vida. El trabajo de sus padres afecta bastante a que no se pueda quedar más de un año en la misma ciudad, ¡O incluso país! Pero para su suerte -y posteriormente, para la suerte de otro también-, esta mudanza es definitiva. ¡Por fin ya no va a tener que cambiar de casa! Él, después de ir a hacer algunos recados con su familia, se encuentra con que, varios camiones de mudanza, están aparcados en frente de una casa que llevaba más de un año en venta. Él no le da demasiada importancia, ya que, ¿qué más da un vecino más o un vecino menos en el vecindario? Pero, para su desgracia -o puede que no-, su madre, medio le obliga a ir a saludar con ella y su hermano menor a sus nuevos vecinos. El principio de esta historia, fue ese. Un primer saludo sin importancia a ojos de ambos,pero que después, si no fuera por ese saludo con desgano, no estarían donde están ahora. ¿Qué pasará después de que crucen sus primeras palabras? Si quieres descubrirlo, te invito a leer Los Nuevos Vecinos