La realidad de los miedos, es que a veces son un invento para buscarle una explicación a algo que desconocemos. Temer a la soledad, a la oscuridad e incluso al mismo monstruo que llevamos dentro, nos lleva a cometer delitos que nos torturarán hasta el último día de nuestras existencias. La mente de uno cree e idealiza que todo es producto de alguien más, con el simple hecho de no culparnos a nosotros mismos. ¿Razón? ¡Simple! Algunos no son completamente fuertes como para hacerse responsables de sus actos... Pero tranquilos, porque un monstruo se encargará de hacernos entender la realidad.