Dulce Maria era consciente de que probablemente fuera la única mujer que no había caído rendida a los pies del doctor Christopher Von Uckertmann. Eran amigos desde niños, por eso cuando le pidió que se hiciera pasar por su prometida, Dulce no pudo negarse. Además, ella esperaba que la amabilidad y la fuerza de Christopher la ayudaran a poner orden en su vida. Sin embargo, no hizo falta más que un apasionado beso para que Dulce su amiga descubriera que ser la "prometida" de Christopher Von Uckermann podía ser algo maravilloso.