-Soy tu daddy a partir de hoy y tendrás que hacerme caso o tendré que castigarte. Damian estaba shoqueado y asustado, su instinto asesino le decía que corriera en es momento, pero sentía que si se movia seria su perdición. -Tranquilo no te hare daño, por lo menos no tanto como lo iso tu familia, por esas sicatrices parece que tuviste una infancia un tanto difícil. Damian agarro las sábanas y se cubrió al instante. -Es mejor que descanses por ahora, mañana hablaremos mejor. Damian no podía escapar de ese lugar, en primer lugar por que estaba desnudo y en segundo lugar porque sentía que si intentaba escapar lo cazarian como si este fuera un animal.