Me perdí en ese ayer en el que fuimos tan unidos que perdíamos las palabras, y al encontrarnos nos veíamos con aquellos ojos dorados de amor fraternal, pero en el fondo sabiendo que era otra clase de amor.
Me perdí en ese ayer en el que fuimos tan unidos que perdíamos las palabras, y al encontrarnos nos veíamos con aquellos ojos dorados de amor fraternal, pero en el fondo sabiendo que era otra clase de amor.