El asalto aerotransportado del 3 de abril de 1982 en Grytviken marcó el bautismo de fuego de la Aviación Naval Argentina en una operación conjunta con el Ejército Argentino de la mano de la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros.
El asalto aerotransportado del 3 de abril de 1982 en Grytviken marcó el bautismo de fuego de la Aviación Naval Argentina en una operación conjunta con el Ejército Argentino de la mano de la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros.