Tessa Irwin se estaba volviendo loca, ¡Estaba sintiendo cosas por su vecino! El chico del pircing en el labio la había atrapado desde que tenían 8 años, cuando el se había mudado. Para Tessa era fácil espiarlo desde su ventana, ya que daba justo frente de la de el, pero todo cambia cuando ella se entera que su pequeño secreto, ¡Es el mejor amigo de su hermano! »Si no te callas, te callare con un beso, Theressa« »¡Que no me digas Theressa! Maldito rubio engreído« »Te lo he advertido, Theressa, ahora no puedes decir, que no te lo he dicho« Humor, amor y drama pasan en esta, maravillosa historia.