En la antigua Transilvania, cuando los vampiros reinaban mantenían La Paz entre los otros monstruos con antiguas ofrendas e intercambios valiosos. Un Nigromante, un hechicero muy poderosos capaz de revivir a los muertos, apareció un día en el Castillo de el gran Rey Alucard y con su magia oscura prometió detener una desgracia por la que estaban pasando, que no se detendría hasta que se le entregara lo que había pedido, al primogénito hijo del rey. Y así años más tarde cuando el primogénito del rey cumplió 15 fue entregado como ofrenda al nigromante, para servirle como su más grande sirviente. Y así cargado con su brazalete de oro puro y su lanza de platino bendita, se entregó al nigromante y desaparecieron el el tiempo. Fantasía. Romancé BL. M-preg