Todos saben que la flor más bella de Cronwell es Desiree Lodwood, la última hija del Conde Oberón y la Condesa Leonore. Pero también es bien sabido que ella está comprometida con nada más y nadie menos que con el monstruo de Antero, Daeran Kingston. Su apodo no sólo se debe a la cicatriz en su rostro, sino también al corazón cruel y demente que posee. Tras la llegada a Almira, debe cumplir con su deber y desposar a la rosa más deseada del reino, sin importar las críticas, odio y envidia de algunos caballeros que siempre la han anhelado. ¿Cómo una dulce rosa puede caer en las manos de aquel que suele arrancarlas de raíz? Quizá la pureza de Desiree logre acabar con el corazón tan perturbado del Duque, o puede ser que su oscuridad devore por completo la luz de la que parece ser su posible salvadora.